Por Alberto Leyenda, Gao Chunyu y Feng Junwei
BEIJING, 26 mar (Xinhuanet) -- Este lunes se celebra el Día Mundial del Teatro, un género milenario y universal que a lo largo de los siglos y en las distintas civilizaciones se ha expresado de diferentes maneras, pero siempre con sustrato común: el de ser uno de los medios de comunicación "más directos, efectivos y fértiles".
La cita está sacada del mensaje que el guatemalteco Miguel Ángel Asturias dio en 1968 con motivo de esta efeméride, organizada por el Instituto Internacional del Teatro. El premio Nobel de Literatura llamaba a valerse de este "lenguaje de los siglos" para unir las manos, pero "no para formar cadenas, sino para construir puentes", un mensaje de plena actualidad.
A borrar las fronteras entre la cultura china y la occidental ha dedicado su vida la sinóloga española Alicia Relinque. Su última contribución ha sido poner al alcance de todos los hispanohablantes la "gran belleza" de uno de los grandes clásicos del teatro chino, El Pabellón de las Peonías, de Tang Xianzu (1550-1616).
La traducción de la obra fue impulsada por la editorial China Intercontinental Press, a fin de conmemorar el cuarto centenario de la muerte del considerado culmen de la dramaturgia china, fallecido en 1616, como William Shakespeare y Miguel de Cervantes.
A finales de 2016 se publicaron 1.000 ejemplares en el país asiático, mientras que en España se ha hecho cargo de sacarla al mercado Trotta, colaboradora de la casa china, según explica la jefa de su Departamento de Colaboración Internacional, Jiang Shan.
En el resto del globo se podrá adquirir la versión digital a través de That’s Books, la plataforma en internet de la editorial, apunta Jiang, quien aprovecha para recordar que esta firma ha publicado un gran número de obras clásicas chinas, tanto antiguas como contemporáneas.
El Pabellón de las Peonías, escrita en 1598, narra la historia de amor entre Du Liniang, la hija de un alto funcionario, y el joven intelectual Liu Mengmei, con los días finales de la dinastía Song del Sur como trasfondo.
En una entrevista con Xinhua, Alicia Relinque, con un amplio bagaje como traductora de literatura clásica china, explica que la principal dificultad fue verter al español la musicalidad de la obra, que está escrita para ser cantada en su mayor parte. Además, señala, las construcciones y el lenguaje de Tang Xianzu le parecieron, al margen de muy bellos, de una gran complejidad.
"Me ha supuesto muchísimas horas intentar acercarme, aunque fuera mínimamente, a tanta belleza: buscaba el vocabulario más apropiado, construcciones, a veces forzadas, propias de una retórica poética compleja… No estoy segura de haber podido superar todas las dificultades, pero lo he intentado", confiesa con humildad.
La sinóloga, doctora por la Universidad de Granada, donde imparte clases desde 1994, admite que no había leído la obra completa en chino antes de abordar la traducción, y en el trabajo con cada verso se ha topado con un "placer inesperado", ya que creía que era una obra "más simple".
VIGENCIA DE LA LITERATURA CLÁSICA
En sintonía con el citado Miguel Ángel Asturias, Relinque reivindica la vigencia actual de la literatura clásica como vehículo de aprendizaje sobre las personas y las relaciones sociales, al tiempo que destaca su valor como forma de entretenimiento. En este sentido, lamenta la errónea visión de que las obras clásicas chinas sean "tenebrosas o lejanas a la vida moderna".
Pese al gran crecimiento en el número de hispanohablantes que estudian chino, sigue habiendo pocos especialistas que traduzcan la literatura clásica del país asiático. Por ello, esta sinóloga apuesta por seguir dedicándose a este tipo de obras, en lugar de abordar textos literarios contemporáneos, que cuentan con la atención de más traductores.