El embajador chino en México Zhu Qingqiao publicó el 8 de septiembre en Milenio un artículo de opinión titulado "Apreciar la paz para un mejor futuro de la humanidad”. A continuación el texto completo del artículo.
El pasado 3 de septiembre se celebró el 75º aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista. En un simposio conmemorativo, el presidente chino Xi Jinping subrayó la importancia de mantener ese gran espíritu de resistencia ante las agresiones así como la determinación de salvaguardar la paz, con la finalidad de esforzarse, junto con otros pueblos del mundo, por crear un mejor porvenir de la humanidad.
Hace 75 años, los países y pueblos que amaban la paz combatieron hombro a hombro, y salvaron a la humanidad del peligro pagando un precio de más de 100 millones de personas muertas o heridas. Durante los 14 años que duró la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa, más de 35 millones de militares y civiles chinos perdieron la vida o resultaron heridos. Mientras en el ámbito económico, el país sufrió una pérdida directa de 100 mil millones de dólares y una indirecta de 500 mil millones de dólares. La valiente nación china, con sus grandes sacrificios, soportó este frente de batalla en el oriente de la Guerra Mundial Antifascista, e hizo una gran contribución histórica a la victoria final de la alianza antifascista.
La nación china ama la paz, y el pueblo chino siempre busca su perpetuidad así como la armonía universal. Los chinos recordamos los sufrimientos de invasiones y guerras en la historia moderna, por eso sabemos que sin la paz, no pueden desarrollarse sin contratiempos China y el mundo; mucho menos garantizarse una vida hermosa y tranquila. Por ello apreciamos más la vida pacífica y nunca aceptamos la lógica de ley de la selva. La Nueva China, establecida bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, no provocó ninguna guerra ni invadió otros países durante estos 70 años. El desarrollo pacífico ha sido incluido en los Estatutos del Partido y la Constitución de la República Popular China.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) fundada tras la II Guerra Mundial, estableció su misión de defender la paz mundial y promover el desarrollo común, y colocó la piedra angular del orden internacional moderno. A lo largo de los 75 años, bajo la bandera de la ONU, los países del mundo, uniendo sus fuerzas, han mantenido en general la paz y estabilidad mundial y han impulsado activamente el desarrollo sostenible global. Al ser el mayor país en desarrollo y uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, China siempre ha persistido en mantener el sistema internacional postguerra centrado en la ONU. Por eso ha apoyado y emprendido el multilateralismo con acciones concretas y ha venido impulsando la paz y el desarrollo de la sociedad humana. A medida de su crecimiento económico, China está asumiendo cada vez más deberes internacionales: ya es el segundo mayor contribuyente al presupuesto ordinario y la cuota del mantenimiento de la paz de la ONU, y el mayor contribuyente de fuerzas de paz entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. China ha contribuido con más del 30% a la economía mundial durante más de diez años consecutivos, su contribución acumulada al alivio de la pobreza mundial superó el 70%, y ha brindado asistencias dentro de su capacidad a los países en desarrollo durante largo tiempo. Desde que el presidente Xi Jinping propuso la iniciativa de la Franja y la Ruta hace siete años, China ha firmado documentos de cooperación con 138 países, con los cuales el comercio de mercancías sumó más de 7.8 billones de dólares y la inversión directa superó 110 mil millones de dólares, impulsando enérgicamente el desarrollo económico y la estabilidad social de los distintos países.
El mundo de hoy está atravesando un periodo de cambios nunca visto en un siglo pasado. El Covid-19 ha acelerado la evolución de la situación cambiante, trayendo un impacto multidimensional a la sociedad humana, que está experimentando un profundo reajuste en la política internacional, la economía, la ciencia y tecnología, la cultura, la seguridad, entre otros. Los países del mundo ahora perciben mejor la interdependencia entre sí y la importancia de construir una comunidad de destino de la humanidad a través de la unión, cooperación y responsabilidad compartida para lograr el progreso de la sociedad humana. No obstante, por el resurgimiento de las mentalidades de Guerra Fría y juego suma cero, así como el aumento del unilateralismo y los actos de bullying, la sociedad humana se encuentra una vez más en la encrucijada de optar por el progreso o el retroceso, la unión o la separación, la apertura o el cierre. Las olas de los tiempos están avanzando, y cualquier acción perversa saldría impopular e imposible de durar. Debemos aprender las lecciones de la historia, salvaguardar la paz, defender el multilateralismo, la equidad y la justicia internacional, todo ello para expandir la cooperación de beneficios mutuos y abordar juntos los retos globales. China, siempre con una actitud responsable para el futuro de la humanidad, insistirá en ser un constructor de la paz internacional, un contribuyente al desarrollo global, un defensor del orden internacional y un proveedor de bienes públicos. China cumplirá y demostrará su responsabilidad como un gran país y hará su contribución debida para la causa de la paz y el desarrollo mundiales. Trabajará con el resto del mundo para crear un futuro brillante de la sociedad humana.